Morf y Mitzu jugueteaban, les gustaba esa gran maleta negra de Lorena; era la única que llevaba, pero no necesitaba nada más, parecía una gran caja de muerto atiborrada de botellas de tequila, latas de chile y ropa mal doblada. Los gatos se acomodaban dentro de la maleta o corrían alrededor de ella, era extraño, esa maleta tan horrenda les causaba diversión; y más raro aún que Lorena no comenzara a estornudar y a rascarse como si tuviese alguna picazón en los brazos, siempre, realmente siempre le ocurria eso estando cerca de un gato, no los "soportaba". Cuando Juan le comentó a Lorena que en casa de Zaira había un par de gatos, ella hizo muecas y no es "que no le gustaran", solo era insoportable la comezón que le producía el simple contacto con el pelo de los gatos. Lorena había tenido un viaje complicado, vuelo retrasado, pérdida de conexión pero tenía ánimos de visitar por primera vez una ciudad tan ordenada y tranquila como Zurich, además de viajar con Juan, que en ese momento no le parecía tan desagradable; lo primero que hizo al entrar al piso de Zaira fue abrir su maleta, los gatos corrieron y olieron un poco la maleta, la exploraron un rato, y cuando "no hubo peligro" saltaron dentro y comenzaron a meterse bajo la ropa, Lorena siempre amigable ni siquiera hizo malas caras, alguna "relación Morf/Mitzu---Lorena" sucedió.
Durante la semana los gatos siempre estaban cerca de la maleta, y curiosamente seguían por todo el piso a Lorena, les gustaba subirse a los sillones y echarse junto a ella. Una mañana Lorena despertó derrepente, los gatos con su nariz blanda y su lengua lamían la planta del pie de Lorena, cuando se dió cuenta les gritó ----¡Gatossss!----- Mitzu y Morf salieron disparados y al saltar, Mitzu tiró un florero, las rosas cayeron al piso mientras que los gatos se escondían tras la gran maleta negra. Lorena se tapó bien los pies con las cobijas y siguió durmiendo.
Morf siguió escondido tras la maleta, solo asomaba un poco la cabeza para "ver" que hacía Mitzu cerca de las rosas, Mitzu masticaba los pétalos y lamía del agua derramada del florero, cuando terminó su floral almuerzo, con mucha calma se acomodó sobre la maleta negra. Lorena despertó casi a las 10 am, se frotó los ojos y vio a Mitzu vomitando sobre la maleta, las rosas le "habían caído muy mal", vomitaba y maullaba con mucha angustia. Mitzu estaba muy enfermo, por coincidencia Lorena salía a las 4:00 pm rumbo a la ciudad de México...
Zaira llevó a Mitzu al veterinario, la chica que atendía no dijo mucho, solo le inyectó algo y regresaron a casa; Mitzu durmió unas 20 horas, bueno, eso parecía, ya no despertó más. Zaira se quedó muy triste sentanda en el sillón bebiendo un té. En esas 20 horas que Mitzu "durmió", Lorena viajó en un incomodo avión, sus ropas tenían los pelos de Morf y Mitzu, pero ella ni siquiera se sacudía; le daba risa al recorda la sensación de la pequeña lengua de los gatos sobre su planta del pie. Mientras Morf olía el cuerpo sin vida de Mitzu, Lorena esperaba su equipaje en la banda, el aeropuerto de la ciudad de México estaba reventar, y lo que Lorena quería era descansar un poco, pero la maleta negra nunca apareció, la línea aérea prometió llevar el equipaje al domicilo de Lorena cuando apareciera; sin embargo, aunque KLM pagó el costo aproximado de lo que Lorena llevaba en la maleta, nunca se enteró que Mitzu había muerto; todo regresó a la normalidad en la ciudad de México, Lorena ya no soportaba a los gatos.
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